No hace mucho que Obama dijo que defendería agresivamente la propiedad intelectual. Esto significa, en gran parte, que hechos como el que se acaba de producir en Estados Unidos serán mucho más habituales de lo que esperamos. Y es que US Copyright Group, una empresa dedicada a la propiedad intelectual, ha puesto una demanda contra 20.000 internautas que en alguna ocasión han descargado contenidos a través de redes de intercambio P2P. Aunque éstas se encuentran a la espera de un juicio en el tribunal federal de Washington, 30.000 ciudadanos más podrían recibir muy pronto en sus casas otra citación del juzgado.
La empresa no es más que una representante de un grupo de productores de cine independiente con la voluntad de sacar las tripas a aquellos que han descargado películas y demás archivos protegidos. No hay que olvidar que en Estados Unidos se trabaja con cantidades cuantiosas. Hasta 250.0000 dólares por canción y cinco años de cárcel, es lo que se suele pedir en estos casos, dado que así lo tipifica su legislación. El caso es que hasta la fecha se han resuelto pocas demandas, aunque las que han llegado a veredicto se han cerrado con cifras de auténtico vértigo.
US Copyright Group cuenta con un sistema de procedencia alemana capaz de obtener información en tiempo real acerca de las descargas que se están realizando en redes P2P, agenciarse la dirección IP del que interactúa y comprobar si efectivamente descarga contenidos protegidos. De ser así, la compañía se pone en contacto con las operadoras de Internet para obtener sus datos personales. Si no lo consigue por las buenas, intenta hacerlo mediante una orden judicial. Aunque de momento US Copyright Group solo trabaja con pequeñas empresas del cine independiente, las grandes productoras del globo ya se han puesto en contacto con ellos para saber más acerca de esta tecnología de rastreo.