Esto de seguro te sucede siempre que viajas en avión. Aunque estás cómodamente sentado, algo te mantiene intranquilo, por lo que piensas en algo que te relaje. Tomas tu iPhone, iPad u otro portátil que tengas y empiezas a escuchar música o a ver un video.
Tu momento de distracción dura muy poco, pues la azafata llega y te pide — en realidad, te ordena — que apagues tu “dispositivo electrónico” (o puede que se lo hayas escuchado decir al capitán). En muchos vuelos ni siquiera permiten que los utilices en el modo avión con el que cuentan los aparatos.
La razón para esa prohibición es simple: Las ondas de estos equipos — dicen ellos — podrían interferir con los sistemas de navegación y comunicación del avión y causar un accidente. Esa tesis, aceptada por algunos y rechazada por otros, ha sido reafirmada por un estudio de ABC News.
Según este medio un informe confidencial de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), entre los años 2003 y 2009 se registraron 75 incidentes de interferencias electrónicas en vuelos comerciales de 125 aerolíneas.
Un ejemplo es que en un vuelo, el piloto automático se desactivó a 4500 pies. Cuando los pilotos le pidieron a las aeromozas que vieran si alguien estaba utilizando aparatos electrónicos, se dieron cuenta de que había un teléfono y tres iPods encendidos. Tras ser apagados, el vuelo prosiguió sin incidentes.
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Link: Report: cell phones, portable electronics causing interference on flights (BGR)