La empresa británica de videojuegos Game Station anunció que posee las almas de cerca de 7.500 clientes que aceptaron los términos y condiciones legales de sus productos en venta en su tienda online, gracias a una cláusula legal que, como vaticinaron, nadie leyó. Pero el problema no termina acá, sino que además, la empresa considera que en cualquier momento “puede reclamarlas”.
A pesar de que a los compradores se les ofrecía una versión light de los términos (como para darles una chance más para leerlos), nadie logró darse cuenta de los detalles de la endemoniada cláusula:
Al enviar una orden de compra por la web el primer día del cuarto mes del año 2010, Anno Domini, estás de acuerdo en concedernos la opción no transferible de reclamar, por ahora y para siempre, tu alma inmortal. Si deseamos ejercer esta opción, permitirás rendir tu alma inmortal y cualquier reclamación que puedas tener sobre ella en un plazo de cinco días laborales tras recibir la notificación escrita de Gamestation o uno de sus secuaces debidamente autorizados. Nos reservamos el derecho de hacer esta notificación en flamígeras cartas de seis pies (1,8 metros) de alto, y podemos no aceptar ninguna responsabilidad por la pérdida o daño causados por tal acto. Si tú a) no crees tener alma inmortal, b) habérsela ya dado a otro, o c) no quieres concedernos tal licencia, pinche por favor en el enlace inferior para anular esta cláusula y proceder con la transacción.
Game Station informó que esta acción sólo fue una pequeña broma por el April Fools’ Day, o día de los tontos, pero que dejó un registro bastante alarmante: más del 88% de los compradores no leen los términos legales. Lo único que queda claro de esta noticia es que (absolutamente) nadie lee los términos y condiciones legales de uso de los productos o servicios que adquirimos. Por suerte esta vez fue el alma… (y se me ocurren cientos de chistes pero de muy baja calaña).