Tienen una tarificación diferente y por eso suelen ser una alternativa incómoda a la hora de comunicarnos con alguna empresa o institución vía telefónica. Estamos hablando de los prefijos de número de teléfono con tarificación especial, más conocidos como 901 y 902, aunque existen otras variantes. El caso es que el Gobierno acaba de aprobar una legislación por la que se obligará a las empresas a comunicar cual es el número fijo asociado a dicha línea, de manera que el usuario pueda llamar si quiere y ahorrarse unos céntimos. La iniciativa fue planteada por el Bloque Nacionalista Gallego (BNG) y aprobada por unanimidad en el Congreso de los Diputados. Algo es algo.
Los números 901 y 902 son empleados con fines comerciales por algunas empresas y entidades. La tarificación de las líneas 901 es compartida entre el usuario que llama y el que recibe la llamada. En telefonía fija el usuario suele pagar alrededor de 0,04 céntimos de euro por minuto, mientras que los que llaman vía teléfono móvil suelen pagar 0,26 céntimos de euro (en el caso de Movistar). Las líneas 902, por otra parte, es algo más caro que una llamada local y menos que una provincial. Telefónica, por ejemplo, tiene tarifas de entre 0,0673 y 0,0403 céntimos de euro al minuto si llamamos a través de un teléfono fijo y de 0,39€ en el caso de los móviles.
De esta manera, el usuario tendrá el derecho de conocer el número de teléfono fijo al que está asociado al número 901 o 902, pudiendo llamar directamente a ese teléfono y obtener respuesta de la misma forma, por parte del interlocutor. Cuando llamamos a uno de estos números, la tarificación cambia y no podemos beneficiarnos de los posibles bonos o tarifas planas que tengamos contratadas con nuestro operador. De hecho, con las tarifas que normalmente ofrece Telefónica llevan incluidas las llamadas nacionales que en caso de llamar directamente al 902, son tarificadas a un precio más alto.
