Para Microsoft, la salida del Internet Explorer 9 es una estrategia que le permite matar dos pájaros de un tiro. En primer lugar, es un programa que sólo va a correr sobre Windows Vista y Windows 7. Con ello la compañía espera animar a cambiar de sistema operativo a unos cuantos de los usuarios de Windows XP, que se están convirtiendo en un núcleo duro parecido al de la aldea de los galos irreductibles.
En segundo lugar, intentará recuperar el mercado que ha perdido en manos de Firefox y Chrome. El navegador Explorer tuvo un momento dulce en que llegó a superar el 90% de los navegadores instalados. Tampoco era difícil. Se instalaba con el operativo. Poco a poco otras alternativas gratuitas han ido relegando al explorador de Windows a una cuota de mercado de apenas el 53%.
Es por eso que los de Redmond han tenido que echar toda la carne al asador. Los especialistas que han tenido la ocasión de probar el navegador, están de acuerdo en que es el más rápido del mercado, bien diseñado, y capaz de aprovechar todas las capacidades de las tarjetas gráficas actuales. Permitirá añadir en la barra de tareas de Windows accesos directos a páginas web.
Los programadores han incorporado diversas mejoras que garantizan un programa mucho más estable, y bastante más seguro. Ahora es posible comprobar si los archivos descargados son o no seguros realizando una pequeña prueba de ejecución, pero además estimando la validez por el número de veces que se ha descargado. Por otro lado, es posible activar y desactivar los plugins según las necesidades del momento. Las pestañas son más atractivas pero más sencillas de usar. El programa está disponible en 33 idiomas, pero de momento sólo en versión beta.
Vía: El Mundo
