A modo de ejemplo, una url del tipo:
Se traduce con uno de estos servicios en:
Desde el punto de vista de la seguridad, el problema de estos servicios es que ocultan completamente la dirección de la página a la que se va a acceder bajo la apariencia de un enlace seguro, permitiendo de este modo a un potencial atacante ocultar tanto el código “incrustado” en la propia URL en forma de parámetros o sentencias complejas, como el potencial destino malicioso de la URL verdadera.
Para que podamos hacernos una idea concreta de la utilización de este tipo de servicios por páginas web con contenido malicioso podemos utilizar los servicios de safebrowsing de Google. Por ejemplo, con el acortador de enlaces tiny URL en la siguiente página web:
Obtenemos los siguientes datos:
No creo que haga falta explicar mucho la imagen: troyanos, exploits… Un nada despreciable, desde mi punto de vista, 2% de las páginas analizadas contenían algún problema de seguridad, entre los considerados y detectados por el servicio de Google. Por supuesto, esto no significa que no se deba usar los enlaces cortos, o que en cuanto se vea una página con estos enlaces se deba cerrar instantáneamente para evitar ser expuestos. Sin embargo, deben ser utilizados con precaución.
No obstante, existe una alternativa mejor, desde mi punto de vista, que consiste en aprovechar una extensión de Firefox denominada LongUrlPlease, cuya funcionalidad consiste en localizar las url de cerca de 80 servicios que se encargan de realizar la reducción de longitud y convertir en el navegador del usuario el enlace mostrado por su correspondiente enlace destino, tal y como se muestra en la imagen siguiente:
De esta forma, se obtienen los beneficios esperados del uso de los acortadores y las ventajas de seguridad que permiten conocer el destino de los enlaces antes de seguirlos.
Autor: David Monteagudo
Fuente: Security Art Work