Ya hemos comentado alguna vez las alternativas libres a AutoCAD, en las que se encuentran Brl – Cad, Blender Cad, o el magnífico QCad. Pero necesito volver a recordarlo. Porque hoy he recibido uno de esos email que envía mi universidad (León) a sus alumnos anunciando cursos. El curso como podéis suponer es sobre AutoCad, y como no quiero que mi universidad (pública por si quedan dudas) gaste en dinero en cursos de empresas privadas que nada aportan a las universidades y bien que se benefician con ello, voy a recordar qué es y cómo podemos usar QCad.
QCad es un programa de diseño estilo CAD, y está disponible para sistemas operativos tan variados como Windows, GNU/Linux, Mac, Unix, Solaris y BSD.
Esta es la primera ventaja. Utilizar AutoCad implica necesariamente usar un sistema operativo privativo, con lo que tendremos una aplicación cerrada trabajando sobre un sistema operativo cerrado. A eso súmale las licencias de uso de ambos. En mi modesta opinión, meter a los estudiantes con esto, es contraproducente, no es educativo. Ni pueden conocer ni manipular el programa para adaptarlo a sus necesidades, ni tienen por qué tener presupuesto para pagar licencias de uso.
Bien, QCad tiene las siguientes características:
- Varios modos de creación de líneas, arcos, círculos, elipses, paralelas, ángulos bisectores, etc.
- Formato DXF (DXF 2004).
- Muchas fuentes de texto CAD.
- Dimensiones en distancias, ángulos, diámetros, tolerancias, etc.
- Rellenos sólidos y rayados.
- Soporte completo para capas y bloques (inserciones).
- Herramientas potentes de selección y modificación (mover, rotar, espejo, recortar, estirar, etc.).
- Ajuste a objetos (extremos, centros, intersecciones, etc.).
- Consola para inserción de coordenadas y ejecución de instrucciones.
- Múltiples niveles de «deshacer»/«rehacer».
- Soporte para varias unidades, incluyendo métrica, imperial, grados, radianes, etc.
- Importación y exportación de mapas de bits (JPEG, PNG, etc.).
- Creación de ficheros PS que pueden portarse fácilmente a PDF.
- Interfaz de usuario traducida a múltiples idiomas: alemán, catalán, checo, danés, eslovaco, español, estonio, francés, griego, holandés, húngaro, inglés, italiano, polaco, ruso y turco.
Hay que dejar claro, que existe una versión “profesional” de este programa, funcionando bajo código privativo y otra que es la versión de la comunidad, que es a la que nos referimos. Si a alguno se le queda corta, puede probar con Brl- Cad, que la usa el ejército de EEUU y la NASA, que no es moco de pavo.
Además, existen diversos manuales y tutoriales que podemos usar para aprender por nosotros mismos.
A lo que iba. No puede ser que por mucha demanda que haya en el mercado, las universidades cedan antes las presiones de estas empresas para organizar cursos sobre sus programas. Hay alternativas libres, y en las universidades públicas, lo libre debería ser lo habitual. Si enseñamos a usar programas privativos, esos estudiantes dependerán de ese programa toda su vida, es decir, serán esclavos de los caprichos de esa empresa.
Puede que ninguna empresa actual esté demandando estudiantes con conocimientos de QCad, pero las empresas no necesitan el AutoCad, sino un tío que diseñe lo que quieren. Si el tío sabe hacerlo con QCad, pues perfecto. Coge la empresa, va a Internet, se descarga el programa y se lo da. No se gasta ni un euro en licencias y ese estudiante tiene una herramienta que le pertenece, completamente libre y que podrá usar por siempre si quiere. Y que no nos engañen. Si todas las universidades cambian a la vez la mentalidad, y ofrecen a sus alumnos herramientas libres, en pocos años, obtendremos una generación de estudiantes con conocimientos sobre programas que se habrán vuelto habituales, las empresas tendrán facilidad para usar esos programas (porque todas lo harán) y el mundo será un poco mejor.
Por eso me pone de mala hostia ver estos anuncios en mi universidad. Les he enviado un email, la próxima vez, si tengo oportunidad, iré a visitarlos directamente.