Red Hat ha anunciado en el día de hoy el lanzamiento de su producto emblema: Red Hat Enterprise Linux 6 ha llegado con mejoras muy importantes para el mundo empresarial, como las que se anuncian en escalabilidad y virtualización.
El primer concepto es muy importante ya que es el que permite que un sistema operativo (en este caso RHEL 6) pueda ser instalado en servidores pequeños pero también en aquellos con 64 procesadores y 4 TB de memoria RAM o más. Además, también permite utilizar la potencia “on demand”, de modo que cuando no se los necesita, algunos procesadores son puestos en un modo de bajo consumo para reducir costos.
La virtualización, por su parte, es uno de los campos que más ha crecido en los últimos años, y Red Hat no ha sido ajena a ello. Desde su adquisición de Qumranet en 2008 ha avanzado mucho y lentamente ha ido adoptando KVM y sus ventajas: el mezclado de páginas de memoria similares en el kernel (lo cual ayuda a reducir el consumo de RAM cuando múltiples clientes están siendo utilizados en un sistema host) y Single Root I/O Virtualization (SR-IOV), que permite que varios clientes compartan un mismo hardware.
Así se ha llegado a niveles asombrosos y que hasta hace un par de años atrás hubieran parecido imposibles de lograr, y es que al día de hoy es posible ejecutar un sistema cliente con una perfomance de entre el 85 y el 95% de la que tendríamos utilizando el hardware nativo.
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