El pasado trece de julio Microsoft lanzó un boletín de seguridad para acabar con la vulnerabilidad día-cero de Windows XP. El fallo ya había afectado a una enorme cantidad de ordenadores desde que la descubriera un ingeniero de Google (según Microsoft, el número asciende a 25000). Este parche pondría fin a una vulnerabilidad en el centro de ayuda que comenzaba a convertirse en una verdadera amenaza para los usuarios de todo el mundo.
Microsoft se ha visto obligado a reaccionar tras comprobar el aumento exponencial de los ataques de los hackers. Al principio, los intentos de explotar esta vulnerabilidad se estaban produciendo en zonas del mundo determinadas (sobre todo Rusia y Portugal). Sin embargo, en las últimas semanas se extendieron a otras partes del mundo. Para dar una idea del desarrollo de esta amenaza, el primer ataque que registró la empresa fue el 15 de junio.
Microsoft también ha publicado otros tres boletines de seguridad que afectan a una vulnerabilidad crítica en Microsoft Office 2003 y 2007 y una “importante” en Microsoft Office XP 2003 y 2007. Más concretamente, la vulnerabilidad crítica puede afectar a aquellas empresas que hayan creado aplicaciones y procesos con Microsoft Access. Mientras, la otra vulnerabilidad afecta a Microsoft Outlook.
Habrá que esperar unos días para conocer si el parche ha solucionado de forma satisfactoria la vulnerabilidad. Julio marca el fin del soporte de Microsoft para el Service Pack 2 de Windows XP (un 50% de los ordenadores con XP siguen con esta versión). Desde la empresa se recomienda actualizar a la versión Service Pack 3.
Aquí puedes descargar la actualización gratuita de seguridad.
