Las últimas filtraciones de WikiLeaks conocidas como el “Cable gate”, ha puesto de manifiesto que el gobierno estadounidense está preocupado por los vínculos que existen entre el gobierno chino y hackers implicados en ciberataques.
A principios de este mismo año Google mantuvo un pulso con el gobierno chino, en el que la compañía norteamericana estuvo a punto de abandonar para siempre el mercado chino.
Google señalaba directamente al gobierno chino de estar detrás de varios ciberataques hacia el servicio de correo Gmail, y aprovechaba para denunciar la censura que viven los usuarios de Internet en China.
Al parecer los cables filtrados por WikiLeaks, demuestran que el gobierno norteamericano teme una ciberguerra en Internet impulsada por China, pues sabe que se han contratado a conocidos hackers del país.
Según Estados Unidos, dos importantes proveedores de seguridad de la información en Pekin han contratado a varios hackers con importantes ciberataques en su curriculum. Entre estos hackers se encuentra Lin Yong, conocido por haber fundado Honker Union of China y por haber lanzado varios ciberataques a websites del gobierno estadounidense.
Otro de los grupos de hackers conocidos que también podrían tener vínculos con el gobierno chino es Xfocus, que liberó en 2003 el gusano Blaster e infectó miles de ordenadores con Windows XP y Windows 2000 en todo el mundo.
Estados Unidos ve posibles los vínculos de las principales compañías privadas chinas con su gobierno, y sospecha que este utiliza el sector privado para emprender una ciberguerra en la red en busca de información.
El proveedor de seguridad chino TopSec y Venustech, forman parte de la China Information Technology Security Centre. Estas compañías cerraron un acuerdo con Microsoft mediante el cual podían acceder con permiso al código fuente de Windows.
Según uno de los cables, tras la firma de este acuerdo por parte de las compañías chinas, un oficial de alto rango del ejercito chino fue enviado para su formación a estas compañías.
Los cables enumeran una serie de coincidencias que hacen sospechar de la implicación del gobierno chino en varios ciberataques, por lo que las denuncias de Google no iban mal encaminadas.
Estos cables explican porque cuando Google mantuvo el pulso con el gobierno chino, la administración estadounidense apoyaba a Google.